miércoles, 19 de octubre de 2011

Planes de estudio


Acreditaciones


Los profesorados de nuestra facultad en este momento están en procesos de autoevaluación para ser acreditados por la CONEAU. Esto, a simple vista, parece lógico, natural y positivo. ¿Qué sería de nuestras carreras sin la acreditación de la CONEAU? Más bien las preguntas deberían ser otras: ¿Qué es la CONEAU? ¿Qué significa acreditar una carrera de grado? ¿Qué pasa si no se acredita una carrera?


La CONEAU


Es la Comisión Nacional de Acreditación y Evaluación Universitaria, creada por la Ley de Educación Superior (LES), sancionada en 1995 bajo la presidencia de Carlos Menem. En el contexto de las políticas neoliberales implementadas en esta década, el Estado deja de hacerse cargo de los derechos fundamentales que garantiza la Constitución Nacional para sus ciudadanos (educación, salud, condiciones laborales, etc.) La educación deja de ser un derecho para pasar a ser un servicio, una mercancía (es decir que se paga por ella). Si bien el debilitamiento de la educación pública tiene su historia, claramente se profundiza en estos años. Pero, ¿qué políticas determinaron que a la educación se la concibiera de esta manera?
-          1991: Ley de Transferencia Educativa: Se completa la transferencia de los colegios primarios y secundarios del área del Ministerio Nacional de Educación al de cada provincia. Cada Estado provincial debe financiar sus colegios, sin recibir casi ninguna ayuda del Estado Nacional.
-          1995: Ley Federal de Educación: Diferencia EGB y Polimodal, estableciendo la educación como un servicio: fragmentación del conocimiento por áreas, recorte de contenido, creación de nuevas materias con clara tendencia empresarial, etc.
-          1995: Ley de Educación Superior: Termina de convertir a la educación en una mercancía[1], viola la autonomía universitaria y las garantías constitucionales. Da nacimiento a la CONEAU como su evaluadora. 
Recapitulando: Si el Estado deja de hacerse cargo de la educación, recortándole presupuesto, y las provincias no pueden afrontar esta responsabilidad, ¿quién financia nuestra educación? Se necesita de un tercero que se haga cargo de esto. Aquí entra en escena el Banco Mundial, que con sus 270 millones de US$ a modo de préstamo al Estado, financiará la nueva modalidad de educación de la LES.[2] ¿Y desinteresadamente nos prestó el dinero? Claro que no. Decide, atendiendo a sus intereses, qué se debe estudiar y cómo, a través de sus entes de control: la CONEAU. Entonces, la CONEAU, es el ente que controla y evalúa a las universidades públicas y privadas bajo términos mercantiles. ¿Cómo? “sugiriendo” al Ministerio de Educación qué carreras deben recibir fondos y cuáles ya no son rentables y, por lo tanto, deben desaparecer.
¿Quiénes conforman la CONEAU?
Este supuesto órgano descentralizado dependiente del Ministerio de Educación está compuesto por doce miembros elegidos por el Poder Ejecutivo Nacional a propuesta de los siguientes organismos: Consejo Interuniversitario Nacional (3 miembros), Consejo de Rectores de Universidades Privadas (1 miembro), Academia Nacional de Educación (1 miembro), Ministerio Nacional de Educación (1 miembro), y, finalmente, el Congreso Nacional (3 por cada una de las cámaras).
De esto se desprende claramente que la representación de la Universidad Pública es mínima (la cuarta parte) y que este organismo no es más que el producto de una alianza entre el sector empresarial y el poder político de turno.
Pero, sumado a esta falta de incidencia de la las universidades nacionales, veamos a través de dos casos concretos la calidad de estos representantes:

- Daniel Baraglia - Miembro de la CONEAU por Diputados
Se recibió de abogado en la Universidad privada de Morón, y en su trabajo no encontramos  ningún antecedente que amerite semejante responsabilidad en la CONEAU: no obtuvo ni maestrías ni doctorados; tampoco es profesor concursado ya que toda su carrera la realizó en ámbitos privados. Como si esto fuera poco, además, en 2007 fue denunciado por la Agremiación de Docentes Universitarios por violación de los Derechos Humanos durante la dictadura del ´76. 

Arnaldo Sergio Tenchini - Miembro de la CONEAU
Es Geólogo y rector de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, fundador y presidente del Grupo de Universidades del Norte Grande Argentino. Con estos atributos logró crear la carrera de Técnico Universitario en Explotación de Minas de la UNSE a través de fuertes aportes reconocidos formalmente de las mineras Alumbrera, Loma Negra y Barrick Gold. Las mismas mineras contaminantes que repartieron fondos en las Universidades del país para legitimar su actividad destructiva y saqueadora, incluida nuestra Universidad.

La acreditación:

No todas las carreras son sometidas al proceso de acreditación, sólo las declaradas de “interés público”. Se trata, según el Ministerio de Educación, de “títulos cuyo ejercicio profesional pueden poner en riesgo de modo directo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes”. Carreras como medicina, ingeniería, farmacia, bioquímica, veterinaria, profesorados, etc. quedan libradas a ser moldeadas según los intereses económicos del sector privado que, como ya vimos, tiene poder de decisión en el asunto.
El proceso de acreditación consta de tres momentos: primero, la institución declarada de “interés público” se autoevalúa. En el caso de los profesorados, los parámetros son delimitados por el ANFHE (Asociación Nacional de Facultades de Humanidades y Educación). Segundo, la CONEAU, a través de un comité de pares, evalúa el diagnóstico realizado por la propia institución. Por último, la CONEAU resuelve si la carrera se acredita o no. Si se acredita, recibe durante seis o tres años, según el caso, financiamiento en pos de “mayor calidad educativa”.
Los ejes a evaluar son: contenidos básicos, carga horaria mínima, dimensión institucional, plan de estudio, recursos humanos, alumnos y graduados, infraestructura y equipamiento, incumbencia del título. Ahora bien, ¿Cómo puede el mismo Estado a través de la CONEAU decidir que no acredita una carrera por falta de la infraestructura que es su obligación proveer?

Consecuencias de acreditar

Una de las consecuencias más graves de este proceso es la violación de la autonomía universitaria. Es decir, del autogobierno y administración que la Constitución Nacional garantiza a toda Universidad Nacional: “Corresponde al Congreso: garantizar los principios de gratuidad y equidad de la educación pública estatal y la autonomía y autarquía de las universidades” (Art. 75 inc. 19). Esta violación se da a través de la alianza entre el gobierno de turno y el sector privado que al ser mayoría en la CONEAU deciden mediante la acreditación nuestros planes de estudio, nuestro perfil de egresado y la injerencia de nuestros títulos.  Por otro lado, al no tener un financiamiento directo por parte del Estado, las universidades se ven a obligadas a buscar canales alternativos, empresas, que al invertir también deciden sobre la educación. Esto además constituye el primer gran paso de la privatización de la educación pública.
 Otra consecuencia fundamental que tiene puntualmente que ver con la estructura del plan de estudios de una carrera es la extracción de materias fundamentales para convertirlas en posgrados arancelados. Así como la reducción de carreras completas a tecnicaturas a raíz de convenios firmados con empresas.
Por otra parte, la acreditación es fundamental para crear un  ambiente propicio para las universidades privadas ya que iguala los títulos de universidades privadas y públicas, una vieja aspiración del sector privado de la educación y del clero.
¿Qué pasa si una carrera no acredita? No pasa nada. Existen experiencias concretas de rechazo a la CONEAU y sus evaluaciones. Por ejemplo, Ciencias Exactas de la UBA, a través de un plebiscito, logró frenar su acreditación (el 90% votó por el no). Comahue ha logrado, más de una vez, mediante la movilización de los estudiantes y docentes, frenar las acreditaciones de la CONEAU.

¿Qué pasa en nuestra Facultad?

Como ya dijimos, nuestra facultad está en proceso de autoevaluación.  Tal vez ya les hayan hecho encuestas sin explicar que se trataba de todo esto. Docentes y autoridades de la  Facultad son miembros de estos organismos creados por la LES, otra cosa que no nos contaron. Quieren recortar nuestros contenidos específicos y aumentar la ya excesiva carga de pedagógicas al 46% del plan de estudio. Nuestros planes, que ya de por sí son deficientes y obsoletos, ahora serían peores y menos susceptibles de modificarse, debido a que la acreditación requiere de  un modelo de plan de estudio preestablecido.  Además,  nuestra Facultad ya se caracterizaba por ser un quisco de posgrados (y no precisamente uno de los buenos). Ahora, nos recortarán materias fundamentales que nos ofrecerán mañana como posgrado arancelado.

POR TODO ESTO, LA UNIVERSIDAD PÚBLICA, AUTÓNOMA Y DEMOCRÁTICA NO DEBE SER ACREDITADA POR NADIE.
DECILE NO A LA CONEAU
LA UNCUYO NO ACREDITA
POR UNA UNIVERSIDAD GRATUITA Y PÚBLICA, CRÍTICA Y CIENTÍFICA, QUE RESPONDA A LAS NECESIDADES DE LA SOCIEDAD Y NO DEL MERCADO


[1] “Al Estado le cabe la responsabilidad indelegable en la prestación del servicio de Educación Superior” (Art. 2º LES).
[2] En palabras de esta institución: “Organismos independientes de fiscalización, pequeños pero capaces, pueden formular y supervisar las políticas de educación superior. Orientar las asignaciones presupuestarias y evaluar y dar a conocer el desempeño de las instituciones (…) establecer o aumentar la participación de los estudiantes en el costo de su educación y otras medidas de diversificación financiera”.


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Sistematización de lo trabajado sobre nuestro Plan de Estudios 

 

ASAMBLEA PERMANENTE DE ESTUDIANTES DE LETRAS


Introducción


El presente documento tiene por objeto comunicar a los estudiantes de Letras y docentes de la carrera el esbozo de Plan de Estudios trabajado por la Asamblea Permanente de Estudiantes de Letras. La misma ha trabajado en ello ininterrumpidamente desde septiembre 2009, siguiendo lo comenzado por la misma Asamblea en el año 2005.


El trabajo sobre Planes de Estudio se remonta al segundo cuatrimestre del año 2005, en el que a raíz del movimiento estudiantil que desembocó en la toma la Facultad, se conformó una Asamblea Permanente de Estudiantes de Letras autoconvocados. La misma comenzó elaborando un diagnóstico de las principales deficiencias del Plan de Estudio en vigencia y avanzó en algunas propuestas para un nuevo modelo de plan. En el año 2006 la Asamblea dejó de funcionar y se retomó en el 2007 como consecuencia del proceso asambleario mediante el cual se conquistaron históricas reivindicaciones: la asistencia no obligatoria, la no caducidad de la regularidad y jornadas por carrera del claustro estudiantil.


En consonancia con dichos acontecimientos, fue que los estudiantes de la carrera logramos elegir nuestros representantes para la Comisión de Reforma de Planes de Estudio, que por entonces estaba funcionando. De esta forma, se rechazó a los estudiantes designados anteriormente de manera arbitraria por el Departamento de Letras. Esta comisión estaba compuesta por una mayoría docente, cuasi-absoluta, frente a una minoría estudiantil. Sus reuniones revestían un carácter privado, en las cuales estaba impedido el acceso de los estudiantes en calidad de oyentes.


Finalmente, en el año 2009, a partir de las jornadas por carrera realizada, se reanudó el trabajo de la Asamblea. En las mismas se constató que la principal preocupación de nuestros compañeros giraba nuevamente en torno al Plan de Estudios de la carrera.


La Asamblea actual ha trabajado ininterrumpidamente desde setiembre de 2009. En un principio se rediscutió y actualizó el diagnostico emitido en 2005 y se avanzó en las propuestas para el nuevo plan. Para ello, la modalidad de funcionamiento adoptada fue la de trabajo semanal en comisiones conformadas según las áreas de la carrera: Pedagógicas,   Lingüística, Literaturas Modernas y Teoría Literaria, e Idiomas Clásicos y Modernos. Luego, lo trabajado en comisiones se rediscutía en asamblea plenaria, a lugar cada quince días.


Para adecuar nuestra propuesta a la real situación de nuestros compañeros, se decidió realizar un relevamiento de datos a través de una encuesta, cuyos resultados están tabulándose en estos momentos.


A continuación, exponemos un esbozo de lo trabajado hasta el momento por la Asamblea.


Perfil del Egresado


El Perfil del Egresado del Plan de Estudios vigente es el siguiente:


Profesor:

El profesor en Lengua y Literatura debe ser un profesional con una sólida formación científica y metodológica disciplinaria en relación con las nuevas concepciones teóricas de las ciencias del lenguaje y de la literatura, y con una preparación didáctica y metodológica en las áreas de su especialidad, que le permita asumir con idoneidad el diseño de estrategias pedagógicas, su gestión y evaluación.


En términos discursivos acordamos, en general, con lo señalado. No obstante, esto no se condice con lo que sucede en nuestra carrera.


Respecto a la “sólida formación científica y metodológica”, consideramos que ésta no tiene lugar en el Plan vigente. Por ejemplo, un docente puede egresar sin haber cursado nunca Teoría Literaria, dado que es opcional. A esto debe agregarse que, aunque todas las   cátedras adscriben a un marco epistemológico determinado, éste, en general, no es explicitado y se presenta al mismo como el único posible. Esto desemboca en la imposibilidad de abordar de manera crítica y reflexiva el estudio de la literatura, e impide el conocimiento de otros marcos existentes. Por otro lado, el único acercamiento a la formación metodología tiene lugar en primer año, con Técnicas de Trabajo Intelectual y Metodología de la Investigación, que se restringe a la confección de fichas bibliográficas y al aprendizaje de una de las formas de citado vigente.


Luego, en cuanto a “las nuevas concepciones teóricas de las ciencias del lenguaje y de la literatura”, debemos poner en manifiesto la falta de actualización bibliográfica y el acotado espectro de corrientes intelectuales al que se reduce nuestra formación. El estudio de la literatura, en general, se realiza desde una perspectiva pseudo-estructuralista, formalista, estilística (según la concepción de Dámaso Alonso) e inmanentista.


En cuanto a la “preparación didáctica y metodológica en las áreas de su especialidad”, consideramos que la formación que ofrece nuestra carrera es insuficiente para asumir “con idoneidad” la enseñanza. El déficit fundamental reside en la ausencia de la ligazón con la realidad concreta de la educación y las escuelas.


A continuación, analizamos el perfil del Licenciado.


Licenciado:

El Licenciado debe ser un profesional capacitado para la investigación, con una sólida formación científica y metodológica disciplinaria (…) Los licenciados en Letras pueden realizar investigaciones sobre temas científicos de su área de estudio de manera individual o integrando equipos de investigación, en organismos públicos o privados, provinciales o regionales.


En relación a la formación “científica y metodológica”, la crítica se remite a lo ya dicho anteriormente. No obstante, se debe agregar que lo que predomina es la ausencia de producción científica a lo largo de toda la carrera, una mínima oferta de seminarios de investigación, y la falta de formación en herramientas de producción de conocimiento.


La figura del licenciado está sumamente desestimada en nuestra carrera y en nuestra facultad. Obsérvese, por ejemplo, que los licenciados no pueden ejercer la docencia a nivel universitario, que los contenidos de las cátedras están dirigidos a un estudiantado del que se espera que se dedique exclusivamente a la enseñanza en nivel medio, etc. Y más aún, los métodos evaluativos se restringen, en general, a meros controles de lectura, mientras que no se estimula en ningún momento formas evaluativas que incentiven a la producción creativa de los estudiantes. Como consecuencia, la capacidad de investigación acaba siendo prácticamente nula.



Área de Idiomas Clásicos y Modernos


Idiomas Modernos


En las carreras de Letras de la mayoría de las Universidades Nacionales se ofrecen como materias contenidas en el plan de estudios, dos niveles de una lengua extranjera a elegir. En las universidades de Tucumán, Salta o del Litoral, por ejemplo, el cursado es anual, con la posibilidad de rendir los exámenes o acreditar los certificados de otra institución. En nuestra facultad, se exige acreditar conocimiento de dos idiomas extranjeros, uno al finalizar segundo año, y otro a fines de tercero. Aunque están contempladas como materias no se dictan regularmente. Desde el año 2007, cuando se obtuvo la gratuidad de los cursos instrumentales de idiomas modernos, éstos se dictaron durante dos años con cupo limitado. Su funcionamiento era sumamente irregular, puesto que no tenían programa y los profesores no eran designados mediante concurso público.


Actualmente los cursos no se están dictando, por lo cual, para acreditar los niveles de idioma se debe abonar un curso, ya sea de los que dicta Secretaría de Extensión (cuyo arancel es de alrededor de $80) u otro ajeno a la UNCuyo. Esto viola, abiertamente, el principio de universidad pública y gratuita sobre el cual se asienta nuestra Casa de Estudios.


Por otro lado, la instancia evaluativa para la acreditación del idioma es un examen escrito. Consta de la comprensión de un texto en la lengua elegida, y preguntas y respuestas literales en español, por lo que la formación exigida es, cuando mucho, mediocre. Esta misma formación deficiente impide el acceso a bibliografía y a textos literarios en lengua extranjera; lo que conlleva un gran prejuicio para nuestra formación, ya que gran parte de la bibliografía pertinente para ciertos temas no se encuentra en lengua española.


Por todo lo dicho anteriormente, proponemos:


  • que el objetivo sea desarrollar la inteligencia lingüística, más allá de la lengua escogida, necesaria para el tipo de conocimiento al que se dirige la carrera.
  • que se consideren materias dentro del plan de estudio, con todo lo que eso implica (programas, profesores designados según los procedimientos establecidos, gratuidad, cursado continuo y sin cupo, etc.)
  • que en lugar de exigir un nivel de dos idiomas diferentes, se requieran dos niveles de una misma lengua extranjera, de cursado anual, con doble turno y con un mínimo de tres horas semanales. De esta forma se garantizaría un conocimiento más profundo y útil que el de los cursos de lecto-comprensión.
  • que su evaluación sea continua (parciales, TP, examen oral y escrito).


Idiomas Clásicos


En este punto, las opiniones son diversas, respecto a la pertinencia del estudio de lenguas clásicas en el profesorado y las licenciaturas en letras modernas y lingüística. El debate continúa abierto.



Área Lingüística


Sin adentrarnos en las particularidades de la Licenciatura con orientación Lingüística, consideramos que la mayor deficiencia en este área reside en su organización. Al confrontar nuestro Plan de Estudio con el de otras universidades del país, nos asombra no encontrar una Lingüística general o introductoria. La Universidad de Rosario, por ejemplo, cuenta con dos Lingüísticas generales y dos iberoamericanas.


En nuestra facultad, el primer acercamiento a este área se realiza en primer año a través de Semiótica. Más allá de la dificultad específica que conlleva por su alto nivel de abstracción, el mayor problema es la ausencia de conceptos básicos para lograr su comprensión cabal. Esta falencia se supliría con la existencia de una Lingüística básica o general anterior. Sin ir más lejos, en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNCuyo, cuentan con una Lingüística introductoria.


Actualmente, las materias del área lingüística no están ordenadas por contenido creciente. De hecho, están divididas siguiendo algunas disciplinas o herramientas de la Lingüística, utilizando un criterio difuso y aleatorio. Su disposición no apunta a la obtención de un conocimiento integral y acabado, sino que promueve la atomización y división innecesaria. De este modo, obtenemos algunas herramientas necesarias para el análisis lingüístico, pero que pertenecen a cierta teoría que es desglosada en otra cátedra. Al no explicitar los fundamentos epistemológicos de las materias, encontramos cierta dificultad en unir estos conocimientos dispersos.


Además de la necesidad de una reestructuración a partir de lo dicho anteriormente, las materias lingüísticas deberían explicitar su relación con la teoría literaria, ya que en general la nomenclatura y punto de vistas adoptados responden a un marco que supera lo meramente lingüístico. Tal es el caso de Semiótica, que responde al Estructuralismo y de Morfología y Sintaxis, que responde a la teoría funcionalista.


Orientación y problemática de la Licenciatura de Lingüística


En nuestra facultad, las materias específicas de la orientación lingüística tienen problemas de superposición horaria con el resto de las materias del programa. Además, algunas son propias de otras carreras. Este es el caso de Lógica, por ejemplo, que pertenece a la carrera de Filosofía. A diferencia de los estudiantes de dicha carreran que tienen los primeros fundamentos de Lógica desde su ingreso, los estudiantes de Letras no poseemos los conocimientos previos necesarios, por lo que resulta difícil su comprensión.


En segundo año también está la problemática de Fundamentos de Metodología Científica. Esta cátedra pertenece a la carrera de Ciencias de la Educación, donde es anual. Los estudiantes nos incorporamos a tal materia recién en el segundo cuatrimestre, cuando la materia ya ha comenzado. Para paliar la ausencia de la preparación anterior, se les pide a los estudiantes que recuperen los contenidos en horarios de consulta, pero esta “recuperación” resulta deficiente y es sumamente complicado acceder a una comprensión  cabal de la toda la materia.


Estos puntos son los que hemos desarrollado de momento, pero todavía tenemos mucho por debatir y elaborar.



Área de Literaturas y Teoría Literaria


Orientación general


La orientación de la carrera de Letras, ya sea para futuros docentes o futuros licenciados, en el área de las literaturas está dirigida hacia la literatura argentina en primer lugar, hacia la literatura española en segundo, y en último lugar, hacia las literaturas extranjeras, tal como expresa el Perfil del Egresado. Esta orientación además se expresa claramente en los hechos: contamos con dos literaturas argentinas y con tres literaturas españolas; es decir, que sólo en términos cuantitativos se hace énfasis en la formación nacional e hispánica de los estudiantes, resaltando claramente la hispánica. También puede verificarse esto en la denominación de la literatura de nuestro continente: literatura hispanoamericana, cuya sola denominación hace referencia a los lazos que la atan al país ibérico.


En contrapartida, creemos que lo fundamental de nuestra formación debe estar necesariamente dirigido hacia la literatura argentina y latinoamericana, por nuestra condición y por la identidad cultural e historia que compartimos los pueblos desde México hasta Tierra del Fuego.


Por esto, consideramos que en el futuro Plan de Estudios deberíamos tener, tal como tenemos hoy, dos literaturas argentinas, ambas obligatorias. Luego, tres literaturas, cuya denominación sea latinoamericana, no hispanoamericana. Éstas se dividirían de la siguiente manera: Latinoamericana I, desde las culturas originarias, pasando por la conquista, hasta el siglo XVIII; Latinoamericana II, siglo XIX, y Latinoamericana III, siglos XX y XXI. Dos de las tres deben ser obligatorias. En consonancia con esta concepción nacional y latinoamericana, creemos que las literaturas españolas, tres actualmente, deben reducirse sólo a una, que tenga carácter anual, promocional y obligatorio.


Literatura


  1. Introducción a la Literatura


Actualmente, la materia de Introducción a la literatura, que los estudiantes cursan apenas ingresados a la carrera, funciona más bien como una introducción a una forma de estudiar la literatura, a una metodología, que además, se enuncia cómo la única válida, la única correcta para el abordaje de la literatura. Esta concepción es la misma que se ha nombrado anteriormente: de corte estructuralista, de estilística formal, que estudia el arte de la escritura como una suma de recursos retóricos. Además, en esta materia, también se aborda, pero de manera sumamente superficial y marginal, la historia de los movimientos literarios. Este último punto es el fundamental. Creemos que la herramienta que necesita un estudiante que recién comienza es un panorama de los movimientos literarios, por lo cual, proponemos que Introducción a la Literatura desaparezca como tal y sea reemplazada por una Historia de los Movimientos Literarios. Los conocimientos necesarios para el análisis de textos se deben suplir con el estudio de teoría literaria, lo cual desarrollamos más abajo.


  1. Literaturas en lengua extranjera


En este punto hemos observado, en primer lugar, la reducida oferta que se hace de las literaturas en lengua extranjera. Repasemos cuáles tenemos actualmente: inglesa y norteamericana, francesa, alemana y austríaca e italiana, es decir, las cuatro clásicas literaturas extranjeras. Con respecto a las que ya tenemos sólo consideramos necesaria una   modificación: inglesa y norteamericana deben dictarse por separado. Los estudiantes hemos comprobado empíricamente que el dictado de ambas en una sola cátedra resulta sumamente dificultoso. Un ejemplo claro es que, generalmente en los programas de dicha materia, se aborda Shakespeare al que se le dedica apenas una semana de estudio, y luego se realiza un salto abismal para llegar a Tennessee Williams. Es decir, que en una semana, hemos atravesado cuatro siglos de historia, de literatura, y hemos cambiado incluso de continente. Esto impide el estudio cabal de cualquiera de las dos literaturas, por lo cual consideramos que el contenido debería descomprimirse y separarse de la siguiente manera: por un lado Literatura británica (de este modo incluimos también a Escocia, Gales e Irlanda, que ha dado grandes escritores, como James Joyce); y por otro, Literatura norteamericana.


El resto de las literaturas quedaría tal cual existe hoy.


Ahora bien, como decíamos anteriormente, la oferta brindada es muy reducida. Quedan fuera de ella importantes autores, importantes literaturas. Consideramos fundamental que la oferta se amplíe y se incluya: Literatura portuguesaLiteratura rusaLiteratura de Europa oriental y Literatura oriental. Esta última abarcaría toda la producción literaria comprendida desde Japón, pasando por China, hasta Medio Oriente.


  1. Literaturas clásicas


Entre la licenciatura en literaturas modernas y la licenciatura en clásicas las diferencias, en relación a las literaturas estudiadas, no son muchas. Creemos que la licenciatura en clásicas no contiene materias específicas de su orientación, a excepción del estudio completo del   latín y del griego, que no ofrecen una formación sólida de las literaturas de sus respectivas culturas; por el contrario, generalmente se limitan al estudio de la lengua. Es por esto que creemos, deberían crearse dos literaturas nuevas: una Literatura latina y una Literatura griega clásica, obligatorias para la orientación en clásicas, optativas para el profesorado y las dos licenciaturas restantes.


  1. Literatura Contemporánea


Esta sería la denominación para una cátedra que se encontraría en el último año de la carrera y sería obligatoria. Con ésta se pretende que, al momento de recibirse, un docente o licenciado esté enterado de qué es lo que se escribe actualmente, cuáles son sus medios de circulación, y que permita incluso problematizar el concepto de literatura hoy. En resumen, que el egresado sea idóneo no sólo en la historia de las literaturas, en el estudio crítico y en la producción de conocimiento, sino que también lo sea con respecto a la realidad actual de su ámbito de estudio.


Teoría Literaria


El estudio de teoría literaria tiene un carácter marginal en la carrera de Letras. Como ya se ha dicho anteriormente, un licenciado en literaturas clásicas, en lingüística o un profesor, pueden egresar sin hacer atravesado nunca la cátedra de Teoría Literaria. De este modo, los conocimientos en relación a herramientas científicas que permitan el estudio y la crítica literaria quedan acotados a aquellos que los profesores utilizan cotidianamente en sus materias y que, en general, jamás son explicitados como tales, es decir, como un método elegido dentro de un espectro enorme de métodos posibles de estudio de la literatura.


El estudio de las teorías literarias debe tener, necesariamente, una mayor carga horaria en nuestra carrera, de manera que no sólo podamos acceder a herramientas científicas de estudio, sino además, a la puesta en práctica de tales herramientas. Proponemos entonces, que Teoría Literaria sea reemplazada por las siguientes cátedras:


  • Teoría, Metodología y Crítica I: recorrería las concepciones de la literatura desde la Antigüedad hasta el siglo XVIII. Su contenido sería más bien histórico, puesto que la aplicación de sus métodos sería irrelevante.
  • Teoría, Metodología y Crítica II: su contenido daría cuenta de la teoría literaria del siglo XIX.
  • Teoría, Metodología y Crítica III: estudiaría exclusivamente la teoría literaria del siglo XX y XXI, con una fuerte impronta de aplicación de las herramientas adquiridas y producción de crítica.



Área Pedagógica


En esta área de la carrera, son varios los puntos que nos resultan preocupantes. En primer lugar, consideramos que la carga horaria de materias pedagógicas es muy alta de acuerdos a los contenidos que éstas poseen. Además, si los contenidos dictados fueran relevantes y cumplieran con su misión, que es la de servir de acercamiento a la realidad educativa, la carga horaria quizá sería pertinente. Justamente, es esto lo que no sucede. La formación recibida no contempla la situación real del sistema educativo actual, la condición de los trabajadores de la educación en el aula, etc.


Por otro lado, es irrisorio que recién en cuarto año se realice el primer acercamiento al aula; y más aun que el trabajo que algunos estudiantes realizan dando clases a lo largo de su carrera, no sea validado como práctica docente.


Por lo tanto, proponemos:


  • que el contacto con el sistema educativo sea desde el primer año, a través de un acercamiento gradual al aula.
  • que se contemple en la formación una capacitación profunda sobre nuestra situación concreta y real como “trabajadores de la educación”: Estatuto docente, régimen laboral, obligaciones, derechos, situaciones de riesgo, etc.
  • la realización de prácticas de educación no formal, con orientación popular en barrios, sindicatos, organizaciones civiles, sociales, etc. El objetivo es ligar nuestra formación con las necesidades de sectores sociales populares para enriquecernos mutuamente y construir de conjunto valores de solidaridad, compromiso, etc.
  • que se acredite como práctica docente el trabajo que ya realizan varios compañeros como profesores sin título en distintas escuelas.
  • la existencia de dos turnos para realizar las prácticas docentes.


Con respecto a cómo se plasmarían estas propuestas en concreto en el Plan de Estudio, consideramos como el más adecuado el que posee la Universidad Nacional de Rosario. El mismo cuenta con un carga de cinco materias específicas para el profesorado. Estas son: Análisis del textoPedagogíaHistoria socio-política del sistema educativo argentinoTeorías del sujeto y del aprendizaje y Curriculum y Didáctica.


Si bien creemos que, entre las opciones confrontadas, esta es la mejor, pensamos que debería reverse para adecuarla a los objetivos y propuestas planteados anteriormente.


Título Intermedio


Debido a la necesidad económica de muchos estudiantes de trabajar para su sustento antes de recibirse, consideramos de suma importancia la creación de un título intermedio que permita ejercer la docencia en nivel secundario. Se exigirá para éste una cantidad mínima de materias (diez), y se renovará cada año con la presentación de un certificado de alumno regular.



Formación humanística en la carrera


Una de las características que más destaca nuestra carrera es el aislamiento con respecto a otros ámbitos de las humanidades, como la historia, la filosofía, la sociología, etc. Creemos que un profesional de la literatura, debería poseer conocimientos de las disciplinas ya mencionadas y de otras.


En pos de completar un poco nuestra formación, proponemos la inclusión de tres materias básicas que no deben circunscribirse necesariamente a Letras, ya que serían de gran utilidad para todas las carreras de esta facultad. Dichas materias, que se cursarían en el primer cuatrimestre de primer año, serían:


  • Introducción a la filosofía: revestiría un carácter histórico. El objetivo de la misma sería conocer las principales corrientes filosóficas que han influido en el saber y devenir de la humanidad a lo largo de los siglos. Ellas tienen su reflejo en la literatura y su desconocimiento desemboca en un análisis literario poco adecuado. Además, la comprensión de las teorías lingüísticas y literarias queda incompleta sin los conocimientos en los que se sustentan.


  • Introducción a la historia: debido a la imposibilidad de dictar una historia universal de forma completa, creemos necesario circunscribirla a la historia argentina, siempre poniéndola en relación con el marco internacional. Un punto de partida podría ser la Revolución Francesa.
  • Introducción al pensamiento científico: esta materia incluiría contenidos tales como: condiciones del conocimiento, tipos y características del conocimiento científico, razonamientos deductivos e inductivos, verdad y validez, etapas de la investigación científica, descubrimientos y revoluciones en la historia de la ciencia, función de la Universidad respecto a la producción del conocimiento, etc.



Seminarios


Es fundamental el aumento de la oferta que hace el departamento de la cantidad de seminarios, y además es imprescindible que haya más obligatorios. Cada instituto debería ofertar al menos cuatro seminarios al año, y conforme a la cantidad de estudiantes que se inscriban se dictarían los dos con mayor cantidad. Además, sería importante que para el dictado de éstos se contara con la ayuda de los ayudantes de cátedra, al menos en tareas de actualización bibliográfica, etc.



Sobre el funcionamiento de las cátedras


El diagnóstico general de cómo funcionan actualmente las cátedras es el siguiente:


En primer lugar, el dictado de las mismas se realiza sin la previa explicitación del marco epistemológico sobre el cual se asientan. Al momento de analizar, estudiar, criticar y exponer, se emplean herramientas metodológicas, sean éstas manifiestas o no. Para que se   pueda llevar adelante un trabajo científicamente honesto, que permita la crítica y la elección de otras alternativas posibles, el marco epistemológico sobre el que se funda el contenido de una materia debe ser claro y estar manifiesto. Esto, creemos, debe ser regla para cualquier cátedra.


En segundo lugar, creemos que es una tendencia preocupante el estudio de la literatura como un sistema autosuficiente que no se alimenta de una realidad extralingüística, que no está atada al desarrollo de la historia, de las sociedades y la cultura. Por el contrario, es necesario promover un abordaje del objeto literario como un producto artístico de una época, determinado por condiciones históricas, culturales, lingüísticas, por las corrientes filosóficas vigentes en cada momento histórico. De esta manera, estamos convencidos, se podrá enriquecer el objeto de estudio, darle nuevos sentidos que de otro modo no saldrían a la luz. Piénsese, por ejemplo, si es posible estudiar en toda su complejidad la Divina Comedia de Dante por fuera de las luchas políticas de su tiempo, sin reflexionar acerca de los poderes en disputa; o bien, la literatura argentina de siglo XIX, que está profundamente atravesada por los proyectos de nación en pugna, por citar sólo dos ejemplos evidentes.



* * *



El presente documento ha querido ser un intento de sistematizar lo trabajado por la Asamblea hasta el momento. De ninguna manera es un plan definitivo; por el contrario, necesita de mayor trabajo y esfuerzo para concluirse. Para esto, invitamos a todos los estudiantes de la carrera de Letras a participar de la Asamblea, en pos de construir un plan de estudios acorde a nuestras necesidades concretas, y a todos los docentes que deseen colaborar con este proyecto.

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